Un estudio de Datanálisis señala que el nivel de aceptación se sitúa en 57,5%, aunque en años anteriores tuvo hasta 70%. "La gente no cree que Barrio Adentro sea malo, no lo castiga como sistema; sin embargo, critica que esté deteriorado", afirma Luis Vicente León
Los últimos 15 días, el discurso presidencial ha estado enfocado en la situación del sistema de salud y, específicamente, en Barrio Adentro. El presidente Hugo Chávez admitió que, por lo menos, 2.000 módulos médicos de esa misión estaban inservibles. Una semana después aseguró que el problema había sido resuelto, y anunció en cadena nacional la llegada de un contingente de médicos cubanos y venezolanos, para cubrir el déficit de recursos humanos en los centros asistenciales.
Ese interés tan marcado en resaltar la figura de Barrio Adentro tiene que ver, según Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, con la percepción que la gente tiene sobre la misión.
De acuerdo con los resultados obtenidos en un estudio realizado el 20 de septiembre de este año en todo el país, el nivel de aceptación se sitúa en 57,6%. "Aunque en su época estelar tuvo hasta 70%, la cifra actual sigue siendo positiva", indicó el analista.
Para León, en esta valoración influye que los módulos estén localizados en el barrio. Explica que quienes reciben los servicios porque están incluidos en el sistema pueden evaluar si la atención es buena o mala; en cambio, quienes están excluidos le dan importancia a recibir el servicio, independientemente de su calidad.
Esta aceptación por parte del colectivo hace que el Ejecutivo tome la misión como punta de lanza para reimpulsar las políticas públicas. "La gente no cree que Barrio Adentro sea malo, no lo castiga como sistema; sin embargo, critica que esté deteriorado", afirmó. De hecho, 64% de las personas entrevistadas en septiembre afirmó que la eficiencia del servicio había disminuido.
Diálogo y transparencia. El director de la ONG de Derechos Humanos Provea, Marino Alvarado, rescata del discurso presidencial el reconocimiento de que hay problemas. "Cuando hablan de relanzamiento de la misión admiten que no estaba bien, lo cual desde mi punto de vista es positivo porque significa que tomarán cartas en el asunto".
Considera que la crisis actual es de los servicios públicos de salud, ya que ni siquiera es posible hablar de un sistema.
Y aunque está consciente de que la solución será a mediano y largo plazo, destaca la necesidad de implantar un diálogo nacional que incluya a todos los factores involucrados en el tema.
"La situación debe abordarse con sentido de amplitud, llamando a los colegios médicos, al sector privado, a las gobernaciones y alcaldías y, por supuesto, a quienes están en Barrio Adentro", señaló.
Al referirse a la misión, indicó que es necesario estudiar su integración a la red de salud primaria. Incluso, subrayó que uno de los temas que debe analizarse con más premura está relacionado con las condiciones laborales de los médicos cubanos y venezolanos. "No se puede ver la Misión Barrio Adentro como una maquila médica, a la que se le niegan los recursos con un discurso revolucionario y socialista", afirmó.
Otro de los factores que Alvarado incorpora para la explicación de este relanzamiento tiene que ver con el ministro de Salud, Carlos Rotondaro. A su entender, este funcionario es más transparente con el Presidente sobre la verdadera situación que vive el sector.
"El Gobierno sabe que su talón de Aquiles es la ineficacia, y tiene que hacer un esfuerzo en este sentido. Mientras las soluciones se busquen de manera sectaria y pensando que los problemas del país se resuelven sin diálogo, no se van a acabar", aseveró el activista de derechos humanos.
El Nacional
Los últimos 15 días, el discurso presidencial ha estado enfocado en la situación del sistema de salud y, específicamente, en Barrio Adentro. El presidente Hugo Chávez admitió que, por lo menos, 2.000 módulos médicos de esa misión estaban inservibles. Una semana después aseguró que el problema había sido resuelto, y anunció en cadena nacional la llegada de un contingente de médicos cubanos y venezolanos, para cubrir el déficit de recursos humanos en los centros asistenciales.
Ese interés tan marcado en resaltar la figura de Barrio Adentro tiene que ver, según Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, con la percepción que la gente tiene sobre la misión.
De acuerdo con los resultados obtenidos en un estudio realizado el 20 de septiembre de este año en todo el país, el nivel de aceptación se sitúa en 57,6%. "Aunque en su época estelar tuvo hasta 70%, la cifra actual sigue siendo positiva", indicó el analista.
Para León, en esta valoración influye que los módulos estén localizados en el barrio. Explica que quienes reciben los servicios porque están incluidos en el sistema pueden evaluar si la atención es buena o mala; en cambio, quienes están excluidos le dan importancia a recibir el servicio, independientemente de su calidad.
Esta aceptación por parte del colectivo hace que el Ejecutivo tome la misión como punta de lanza para reimpulsar las políticas públicas. "La gente no cree que Barrio Adentro sea malo, no lo castiga como sistema; sin embargo, critica que esté deteriorado", afirmó. De hecho, 64% de las personas entrevistadas en septiembre afirmó que la eficiencia del servicio había disminuido.
Diálogo y transparencia. El director de la ONG de Derechos Humanos Provea, Marino Alvarado, rescata del discurso presidencial el reconocimiento de que hay problemas. "Cuando hablan de relanzamiento de la misión admiten que no estaba bien, lo cual desde mi punto de vista es positivo porque significa que tomarán cartas en el asunto".
Considera que la crisis actual es de los servicios públicos de salud, ya que ni siquiera es posible hablar de un sistema.
Y aunque está consciente de que la solución será a mediano y largo plazo, destaca la necesidad de implantar un diálogo nacional que incluya a todos los factores involucrados en el tema.
"La situación debe abordarse con sentido de amplitud, llamando a los colegios médicos, al sector privado, a las gobernaciones y alcaldías y, por supuesto, a quienes están en Barrio Adentro", señaló.
Al referirse a la misión, indicó que es necesario estudiar su integración a la red de salud primaria. Incluso, subrayó que uno de los temas que debe analizarse con más premura está relacionado con las condiciones laborales de los médicos cubanos y venezolanos. "No se puede ver la Misión Barrio Adentro como una maquila médica, a la que se le niegan los recursos con un discurso revolucionario y socialista", afirmó.
Otro de los factores que Alvarado incorpora para la explicación de este relanzamiento tiene que ver con el ministro de Salud, Carlos Rotondaro. A su entender, este funcionario es más transparente con el Presidente sobre la verdadera situación que vive el sector.
"El Gobierno sabe que su talón de Aquiles es la ineficacia, y tiene que hacer un esfuerzo en este sentido. Mientras las soluciones se busquen de manera sectaria y pensando que los problemas del país se resuelven sin diálogo, no se van a acabar", aseveró el activista de derechos humanos.
El Nacional
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