Entrevista a Maruja Tarre, Internacionalista
Una vez más, Chávez afirmó que no dijo lo que había dicho y la noche del pasado viernes volvió por sus fueros belicistas para devolverles la intranquilidad de las últimas semanas a colombianos y venezolanos.
Un actitud que Maruja Tarre, internacionalista y colaboradora de El Universal se explica esgrimiendo varios puntos de vista: "En primer lugar está la incompatibilidad entre Uribe y Chávez. A los dos les ha tocado convivir con ideologías completamente distintas y a pesar de todas las reconciliaciones, no se toleran mutuamente. Por otra parte, está la mentalidad militar de Chávez, quien ante los problemas del país, busca un enemigo común y exterior. Pero en este caso no se trata de unir a la población, sino de hacerlo con su gente y aprovechar el conflicto para acabar con lo que él llama "los traidores a la patria", es decir los gobernadores de oposición en los estados fronterizos. Finalmente está el deseo de ser el adalid y vocero de la revolución latinoamericano ante un imperio que no lo toma en cuenta y eso los exalta cada vez más".
-¿No tiene razón Chávez cuando señala que el tratado firmado por Colombia y EEUU atenta, no ya contra la soberanía de Venezuela sino contra su proyecto expansionista?
-Indudablemente. No es una amenaza contra Venezuela, pero esos militares norteamericanos y la tecnología de la cual disponen lo ponen muy nervioso. Obviamente Estados Unidos necesitan tener la seguridad de que Chávez no va a seguir ayudando a la guerrilla colombiana, ni expandiendo su proyecto por el continente. Por eso él sí tiene razón al sentirse amenazado.
-Sin embargo, si no se suscribe ese tratado quizás Chávez no estaría amenazando con una guerra. ¿No fue un error y una provocación la firma de ese tratado?
-Es evidente que ha precipitado los hechos, pero Chávez está buscando, desde hace tiempo, una epopeya, un hecho heroico que adorne la revolución y una guerra contra Colombia y EEUU concretaría esa épica que su ego le reclama. Él ha tratado de convertir el 11 de abril en una leyenda, pero si elabora una guerra no tendría necesidad de seguir inventando una epopeya.
-Es decir, la amenaza de guerra continúa.
-Sí, pero no creo que Chávez esté pensando en una guerra de cien años, como él dice. Existe, sí, la posibilidad de que ocurran escaramuzas.
-En caso de que eso llegara a ocurrir, ¿no estamos ante el riesgo de que una guerra de carácter binacional, con EEUU por detrás de Colombia, se convierta en un conflicto regional?
-Eso es lo que quisiera Chávez, pero EEUU y Obama van a ser muy prudentes y evitarán a toda costa que Chávez pueda demostrar algún tipo de intervención directa de su parte.
-Mientras los republicanos de la ultraderecha hostigan a Obama acusándolo de radical de izquierda, ¿no luce su política hacia América Latina incluso más radical que la de Bush?
-En cierto sentido sí y eso se explica porque América Latina no es una prioridad para Obama. Él está concentrado en los asuntos internos y en los enormes problemas de Afganistán, Irak e Irán. Entonces ha dejado a la América Latina en manos de las burocracias profesionales y éstas tienen una política de Estado, no una estrategia que cambia cada cierto tiempo.
-Pero el convenio con Colombia es algo que él mismo debe haber refrendado por el peligro eventual que significa Chávez con su política expansionista.
-Sí y lo interesante es que suscribió el convenio en contra de su propio partido. Los demócratas no querían firmar el Tratado de Libre Comercio con Colombia. Obama ha demostrado que no es un simple hombre de partido y que más allá de sus sentimientos personales, están los intereses de Estados Unidos. Allí hay, además, un sector muy importante de expertos en política exterior, quienes sostienen, en ese sentido, la necesidad de una alianza con Colombia. Varios editoriales del diario The Washington Post, han sido muy claros al criticar la ceguera del Partido Demócrata por su oposición al Tratado de Libre Comercio
-Sin embargo, hay quienes sostienen que, más allá de los intereses estratégicos de EEUU, hay una posición de principios en defensa de la democracia.
-Creo que en primer lugar se está defendiendo los intereses de EEUU y es lógico que lo haga todo jefe de Estado. Sus principios, que los tiene muy firmes, lo llevan a no intervenir directamente y a evitar hechos como la invasión de Granada. No visualizo a Obama invadiendo Venezuela, pero sí tratando de contener a un gobernante que se percibe como una amenaza, a pesar de que la retórica de Chávez es más fuerte que los hechos y le sigue vendiendo petróleo a EEUU.
-Dices que Chávez no pretende unir al país, pero sí pretende unir a sus seguidores. Por otro lado, da la impresión de que las amenazas de guerra, por parte de Chávez, han consolidado el liderazgo de Uribe.
-Uribe ha sido más hábil que Chávez y logró una unidad total de Colombia en torno a su defensa del país. Y no creo que los venezolanos seamos traidores a la patria si no hacemos lo mismo con Chávez, sino porque éste no ha querido esa unidad y demarcó claramente las diferencias entre unos venezolanos patriotas y otros que somos apátridas o lacayos de los norteamericanos. Eso hace imposible la unidad. Creo que Chávez está jugando con fuego porque no solamente no ha unido al país a su alrededor, sino que muchos de sus seguidores no creen en la necesidad de una guerra. Ahora, en caso de que ésta llegara a presentarse, Colombia estaría mucho mejor preparada que Venezuela para enfrentar esa eventualidad.
Una vez más, Chávez afirmó que no dijo lo que había dicho y la noche del pasado viernes volvió por sus fueros belicistas para devolverles la intranquilidad de las últimas semanas a colombianos y venezolanos.
Un actitud que Maruja Tarre, internacionalista y colaboradora de El Universal se explica esgrimiendo varios puntos de vista: "En primer lugar está la incompatibilidad entre Uribe y Chávez. A los dos les ha tocado convivir con ideologías completamente distintas y a pesar de todas las reconciliaciones, no se toleran mutuamente. Por otra parte, está la mentalidad militar de Chávez, quien ante los problemas del país, busca un enemigo común y exterior. Pero en este caso no se trata de unir a la población, sino de hacerlo con su gente y aprovechar el conflicto para acabar con lo que él llama "los traidores a la patria", es decir los gobernadores de oposición en los estados fronterizos. Finalmente está el deseo de ser el adalid y vocero de la revolución latinoamericano ante un imperio que no lo toma en cuenta y eso los exalta cada vez más".
-¿No tiene razón Chávez cuando señala que el tratado firmado por Colombia y EEUU atenta, no ya contra la soberanía de Venezuela sino contra su proyecto expansionista?
-Indudablemente. No es una amenaza contra Venezuela, pero esos militares norteamericanos y la tecnología de la cual disponen lo ponen muy nervioso. Obviamente Estados Unidos necesitan tener la seguridad de que Chávez no va a seguir ayudando a la guerrilla colombiana, ni expandiendo su proyecto por el continente. Por eso él sí tiene razón al sentirse amenazado.
-Sin embargo, si no se suscribe ese tratado quizás Chávez no estaría amenazando con una guerra. ¿No fue un error y una provocación la firma de ese tratado?
-Es evidente que ha precipitado los hechos, pero Chávez está buscando, desde hace tiempo, una epopeya, un hecho heroico que adorne la revolución y una guerra contra Colombia y EEUU concretaría esa épica que su ego le reclama. Él ha tratado de convertir el 11 de abril en una leyenda, pero si elabora una guerra no tendría necesidad de seguir inventando una epopeya.
-Es decir, la amenaza de guerra continúa.
-Sí, pero no creo que Chávez esté pensando en una guerra de cien años, como él dice. Existe, sí, la posibilidad de que ocurran escaramuzas.
-En caso de que eso llegara a ocurrir, ¿no estamos ante el riesgo de que una guerra de carácter binacional, con EEUU por detrás de Colombia, se convierta en un conflicto regional?
-Eso es lo que quisiera Chávez, pero EEUU y Obama van a ser muy prudentes y evitarán a toda costa que Chávez pueda demostrar algún tipo de intervención directa de su parte.
-Mientras los republicanos de la ultraderecha hostigan a Obama acusándolo de radical de izquierda, ¿no luce su política hacia América Latina incluso más radical que la de Bush?
-En cierto sentido sí y eso se explica porque América Latina no es una prioridad para Obama. Él está concentrado en los asuntos internos y en los enormes problemas de Afganistán, Irak e Irán. Entonces ha dejado a la América Latina en manos de las burocracias profesionales y éstas tienen una política de Estado, no una estrategia que cambia cada cierto tiempo.
-Pero el convenio con Colombia es algo que él mismo debe haber refrendado por el peligro eventual que significa Chávez con su política expansionista.
-Sí y lo interesante es que suscribió el convenio en contra de su propio partido. Los demócratas no querían firmar el Tratado de Libre Comercio con Colombia. Obama ha demostrado que no es un simple hombre de partido y que más allá de sus sentimientos personales, están los intereses de Estados Unidos. Allí hay, además, un sector muy importante de expertos en política exterior, quienes sostienen, en ese sentido, la necesidad de una alianza con Colombia. Varios editoriales del diario The Washington Post, han sido muy claros al criticar la ceguera del Partido Demócrata por su oposición al Tratado de Libre Comercio
-Sin embargo, hay quienes sostienen que, más allá de los intereses estratégicos de EEUU, hay una posición de principios en defensa de la democracia.
-Creo que en primer lugar se está defendiendo los intereses de EEUU y es lógico que lo haga todo jefe de Estado. Sus principios, que los tiene muy firmes, lo llevan a no intervenir directamente y a evitar hechos como la invasión de Granada. No visualizo a Obama invadiendo Venezuela, pero sí tratando de contener a un gobernante que se percibe como una amenaza, a pesar de que la retórica de Chávez es más fuerte que los hechos y le sigue vendiendo petróleo a EEUU.
-Dices que Chávez no pretende unir al país, pero sí pretende unir a sus seguidores. Por otro lado, da la impresión de que las amenazas de guerra, por parte de Chávez, han consolidado el liderazgo de Uribe.
-Uribe ha sido más hábil que Chávez y logró una unidad total de Colombia en torno a su defensa del país. Y no creo que los venezolanos seamos traidores a la patria si no hacemos lo mismo con Chávez, sino porque éste no ha querido esa unidad y demarcó claramente las diferencias entre unos venezolanos patriotas y otros que somos apátridas o lacayos de los norteamericanos. Eso hace imposible la unidad. Creo que Chávez está jugando con fuego porque no solamente no ha unido al país a su alrededor, sino que muchos de sus seguidores no creen en la necesidad de una guerra. Ahora, en caso de que ésta llegara a presentarse, Colombia estaría mucho mejor preparada que Venezuela para enfrentar esa eventualidad.
Roberto Giusti por El Universal
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