Caras largas se vieron tras el final sin consenso de la reunión citada para hablar del acuerdo militar de Colombia con Estados Unidos, entre otros temas.
Pero el resultado no sorprendió a los que desde el domingo vieron cómo arrancaron las discusiones técnicas previas a la cumbre.
Esos preliminares estuvieron a cargo de altos mandos de varios países. Y allí la delegación venezolana, encabezada por un general, llegó con una posición que resultó inamovible y que de entrada incomodó a los representantes de Colombia: que el nuevo arreglo con E.U. no garantizaba que no hubiera acciones contra un tercer país. "Los militares conocemos bien esos acuerdos. Que no nos vengan con cuentos", se le oyó decir a ese general.
Por eso, la discusión principal, que se cumplió ayer en el Hotel Hilton fue tensa. Tanto que la delegación colombiana incluso consideró pararse de la mesa y planteó el eventual retiro de Unasur si el país no recibía garantías suficientes para que se desarrollara un debate equilibrado.
La queja no se dirigía tanto a la Presidencia del foro, que está en manos de Ecuador, sino al canciller de Brasil, Celso Amorín, a quien los delegados colombianos le pidieron ecuanimidad.
Una persona que estuvo en el foro incluso habló de una "clara diferencia" entre las posiciones del ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, y el canciller de ese país sobre el acuerdo colomboestadounidense.
¿Qué molestó a Colombia?
En la delegación diplomática de ese páís hacía carrera una tesis polémica: que no es tan peligrosa la compra de armamento a una potencia como permitir la presencia de tropas externas en la región.
De allí la molestia colombiana. Ayer, al cierre de la candente jornada, el ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, le dijo a EL TIEMPO que Colombia no considera que el encuentro haya terminado en fracaso, pues "el país no se dejó imponer una agenda".
"Frente a algunas posiciones que no le daban todas las garantías a Colombia, defendimos que temas como el armamentismo desbordado, el narcotráfico y el terrorismo no pueden estar por fuera de la agenda de Unasur", señaló.
Colombia, sin mencionar a Venezuela, lamentó la "intransigencia" de algunas delegaciones y reiteró que pondrá a disposición el texto del acuerdo con E.U. una vez esté firmado, siempre y cuando otros acuerdos, especialmente los de compra de armas, también sean puestos sobre la mesa.
En la cita de Quito, con el claro apoyo de la Cancillería brasileña, la delegación venezolana encabezada por el vicepresidente Ramón Carrizález logró que la discusión se centrara en Colombia y evitó que se tocaran las polémicas compras de armamento de Caracas a Rusia.
"El presidente Uribe ofreció entregar el acuerdo, habló de letras grandes, de letras pequeñas, pero no hemos visto ni las grandes ni las pequeñas y eso genera preocupación sobre las verdaderas cláusulas de este acuerdo y la verdad de fondo que tiene este acuerdo", aseguró Carrizález.
Venezuela pretendía una supervisión a las bases donde estarán los norteamericanos, algo a lo que se negó Colombia de manera tajante.
No todo, sin embargo, fue tenso para la diplomacia colombiana. Este diario supo que tanto el ministro Silva como el canciller Jaime Bermúdez se reunieron en los pasillos del Hilton con sus pares ecuatorianos. "Se logró una distensión importante", señaló una fuente.
El presidente Álvaro Uribe, que seguía la cumbre en tiempo real, había dicho al mediodía de ayer que Colombia ha modernizado su equipo de seguridad "para recuperar el orden público interno, sin pensar en una carrera armamentista".
El Ministro de Defensa explica por qué no hubo acuerdo
El ministro de Defensa, Gabriel Silva, habló sobre la cita de Quito.
¿Por qué no hubo una declaración final?
No nos pusimos de acuerdo, aunque avanzamos en construir una agenda importante para Colombia. Nos preocupa el armamentismo regional, el tráfico de armas, el tráfico de drogas, el lavado de dinero, nos preocupa todo lo que está ocurriendo y esos temas no pueden ser secundarios. Si los otros países quieren colaborar con Colombia, si quieren respuestas y garantías de nuestra parte, también las tenemos que recibir de otros países. No podemos aceptar cómo otros países se arman agresivamente alrededor nuestro y no pasa nada.
¿Tuvo Colombia las garantías suficientes?
No fue exactamente una falta de garantías. Fue falta de equilibrio en la agenda. Gastamos tantas horas en las preocupaciones de los otros que no se discutieron temas clave para la región.
¿Hay fecha para una nueva reunión?
Ecuador está encargado de organizar una reunión lo más pronto posible. Colombia sí quiere Unasur, sí le interesa participar en Unasur, pero cuando sea como lo dicen sus estatutos: equilibrada para todos los que participamos en este foro.
El Uruguay y el Perú: no a compra de armas
Mientras en Quito avanzaba la cumbre de Unasur, en Estados Unidos la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, rechazaban la "carrera armamentista".
"No solo estamos preocupados por el tema del avance armamentístico sino que lo rechazamos por inconveniente. No conduce a buen puerto el desvío de recursos", dijo el Presidente Uruguay tras reunirse con Clinton.
La Secretaria de Estado señaló que su gobierno ha expresado "preocupación por un cierto número de compras de armamento de Venezuela que sobrepasa las del resto de la región". Esa misma posición la fijó el presidente de Perú, Alan García, quien en una carta enviada a Unasur pidió poner "freno al armamentismo" a través de un pacto de no agresión militar.
Jairo Barón Hernández : enviado especial de El Tiempo Quito
Vídeo
Pero el resultado no sorprendió a los que desde el domingo vieron cómo arrancaron las discusiones técnicas previas a la cumbre.
Esos preliminares estuvieron a cargo de altos mandos de varios países. Y allí la delegación venezolana, encabezada por un general, llegó con una posición que resultó inamovible y que de entrada incomodó a los representantes de Colombia: que el nuevo arreglo con E.U. no garantizaba que no hubiera acciones contra un tercer país. "Los militares conocemos bien esos acuerdos. Que no nos vengan con cuentos", se le oyó decir a ese general.
Por eso, la discusión principal, que se cumplió ayer en el Hotel Hilton fue tensa. Tanto que la delegación colombiana incluso consideró pararse de la mesa y planteó el eventual retiro de Unasur si el país no recibía garantías suficientes para que se desarrollara un debate equilibrado.
La queja no se dirigía tanto a la Presidencia del foro, que está en manos de Ecuador, sino al canciller de Brasil, Celso Amorín, a quien los delegados colombianos le pidieron ecuanimidad.
Una persona que estuvo en el foro incluso habló de una "clara diferencia" entre las posiciones del ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, y el canciller de ese país sobre el acuerdo colomboestadounidense.
¿Qué molestó a Colombia?
En la delegación diplomática de ese páís hacía carrera una tesis polémica: que no es tan peligrosa la compra de armamento a una potencia como permitir la presencia de tropas externas en la región.
De allí la molestia colombiana. Ayer, al cierre de la candente jornada, el ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, le dijo a EL TIEMPO que Colombia no considera que el encuentro haya terminado en fracaso, pues "el país no se dejó imponer una agenda".
"Frente a algunas posiciones que no le daban todas las garantías a Colombia, defendimos que temas como el armamentismo desbordado, el narcotráfico y el terrorismo no pueden estar por fuera de la agenda de Unasur", señaló.
Colombia, sin mencionar a Venezuela, lamentó la "intransigencia" de algunas delegaciones y reiteró que pondrá a disposición el texto del acuerdo con E.U. una vez esté firmado, siempre y cuando otros acuerdos, especialmente los de compra de armas, también sean puestos sobre la mesa.
En la cita de Quito, con el claro apoyo de la Cancillería brasileña, la delegación venezolana encabezada por el vicepresidente Ramón Carrizález logró que la discusión se centrara en Colombia y evitó que se tocaran las polémicas compras de armamento de Caracas a Rusia.
"El presidente Uribe ofreció entregar el acuerdo, habló de letras grandes, de letras pequeñas, pero no hemos visto ni las grandes ni las pequeñas y eso genera preocupación sobre las verdaderas cláusulas de este acuerdo y la verdad de fondo que tiene este acuerdo", aseguró Carrizález.
Venezuela pretendía una supervisión a las bases donde estarán los norteamericanos, algo a lo que se negó Colombia de manera tajante.
No todo, sin embargo, fue tenso para la diplomacia colombiana. Este diario supo que tanto el ministro Silva como el canciller Jaime Bermúdez se reunieron en los pasillos del Hilton con sus pares ecuatorianos. "Se logró una distensión importante", señaló una fuente.
El presidente Álvaro Uribe, que seguía la cumbre en tiempo real, había dicho al mediodía de ayer que Colombia ha modernizado su equipo de seguridad "para recuperar el orden público interno, sin pensar en una carrera armamentista".
El Ministro de Defensa explica por qué no hubo acuerdo
El ministro de Defensa, Gabriel Silva, habló sobre la cita de Quito.
¿Por qué no hubo una declaración final?
No nos pusimos de acuerdo, aunque avanzamos en construir una agenda importante para Colombia. Nos preocupa el armamentismo regional, el tráfico de armas, el tráfico de drogas, el lavado de dinero, nos preocupa todo lo que está ocurriendo y esos temas no pueden ser secundarios. Si los otros países quieren colaborar con Colombia, si quieren respuestas y garantías de nuestra parte, también las tenemos que recibir de otros países. No podemos aceptar cómo otros países se arman agresivamente alrededor nuestro y no pasa nada.
¿Tuvo Colombia las garantías suficientes?
No fue exactamente una falta de garantías. Fue falta de equilibrio en la agenda. Gastamos tantas horas en las preocupaciones de los otros que no se discutieron temas clave para la región.
¿Hay fecha para una nueva reunión?
Ecuador está encargado de organizar una reunión lo más pronto posible. Colombia sí quiere Unasur, sí le interesa participar en Unasur, pero cuando sea como lo dicen sus estatutos: equilibrada para todos los que participamos en este foro.
El Uruguay y el Perú: no a compra de armas
Mientras en Quito avanzaba la cumbre de Unasur, en Estados Unidos la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, rechazaban la "carrera armamentista".
"No solo estamos preocupados por el tema del avance armamentístico sino que lo rechazamos por inconveniente. No conduce a buen puerto el desvío de recursos", dijo el Presidente Uruguay tras reunirse con Clinton.
La Secretaria de Estado señaló que su gobierno ha expresado "preocupación por un cierto número de compras de armamento de Venezuela que sobrepasa las del resto de la región". Esa misma posición la fijó el presidente de Perú, Alan García, quien en una carta enviada a Unasur pidió poner "freno al armamentismo" a través de un pacto de no agresión militar.
Jairo Barón Hernández : enviado especial de El Tiempo Quito
Vídeo
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire