
01 de diciembre del 2009


Un jefe de gobierno que le traza caminos peligrosos a la patria abrazándose y asociándose con los crápulas del mundo; que entronizó el nepotismo; que se hace el que no sabe nada, de los incumplimientos de los funcionarios que él mismo nombra y renombra; que intenta hacerse el tonto frente a una delincuencia política, que en “su revolución” se mueve como pez en el agua, ¡no puede gozar del respeto de los gobernados!...

Según publicaciones de informes recabados por la periodista Patricia Poleo: Fernández Barruecos es propietario de 176 empresas entre ellas astilleros y barcos atuneros; comprador en Venezuela de combustibles a precios preferenciales, que exporta y vende; tiene un expediente en organismos norteamericanos por lavado de dinero; se le vincula con bandas de extorsionistas y contratación de sicarios en el homicidio frustrado a la esposa de su ex jefe de seguridad. ¡Vaya historia escabrosa!... ¿Imagen cabal del “hombre nuevo”?... ¿Ejemplo del mafioso capitalismo revolucionario?...
Las prácticas iniciadas por unos cuantos choros y choras de la llamada IV República, que depositaban el dinero del presupuesto a su cargo, en el Banco que les ofreciera intereses más altos y, sin pudor alguno los trasladaban a sus cuentas personales, son remedadas por los corruptos de hoy. Éstos más codiciosos y sin control alguno, llegan al colmo de no ejecutar los presupuestos, o de utilizar las partidas en inversiones y compras de bienes personales. Pero el gran negocio de los corruptos rojos de la V República, ha sido la compra de bonos y de entidades financieras, adquiridas con fondos del Estado y con recursos provenientes de las reservas internacionales, según grave denuncia del mencionado diputado Ismael García, que involucra en esta andanada de corruptelas a funcionarios del alto gobierno y a otros muy ligados a su entorno.
Las víctimas de la corrupción del “socio”, esperan que se aplique la “justicia revolucionaria”… Es decir, que se les cancele íntegramente lo depositado en los Bancos intervenidos, confiscándole los bienes al que tomó para sí, los dineros que tenía la obligación de custodiar. Después de todo, es práctica frecuente de este gobierno, la confiscación de bienes provenientes de actividades lícitas y .... aquellos, provienen del delito.
Myriam Obadía - Abogada venezolana
Myriam Obadía
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